EL COMPORTAMIENTO HUMANO

Por hoy y dadas mis circunstancias personales, ya podía echar el telón y quedarme tan tranquilo. Con una despedida buena y amable sería suficiente, con un adiós y hasta la siguiente, con un hasta luego, con el que me voy, pero ya volveré por mis fueros, con un simple hasta mañana y que descanséis como es debido. Yo que sé, hay mil formas de despedirse de una forma agradable y sana. Pero la verdad es que me cuesta echar el telón, tengo esa necesidad incontenida de echar todo el palique que pueda y hasta que me quede limpio de palabras y vacío de pensamientos, no pienso abdicar.

Es como esa misión imposible que te pones como meta y cuantas más ganas tienes de llegar a ella, más fácil la ves de realizar, por tanto conviertes una misión que era imposible en principio, en una misión que tiene pinceladas de ser real y entonces, gana puntos para ser posible. Un sueño utópico y que sabes que es utópico, pero como las situaciones cambian y tú con ellas, hay momentos que están a tu alcance y que por supuesto, que no debes desaprovechar.

Yo digo esto y en cambio, yo he desaprovechado a lo largo de mi vida algunos momentos especiales y digamos que fue por varios factores, que a veces se entremezclaron. Por cobardía, por miedo, por no estar seguro, por dudar de mi mismo y también de la otra persona, por no tener claro el fin al que quieres llegar. Pero también es verdad que otras veces, me lancé a la piscina sin pensar en nada, simplemente sintiendo ese momento, simplemente dejándome llevar de la mano del querer o del placer o del estar a gusto. Vamos que unas veces el panorama estaba claro y no tuve el valor de tirarme y en otras, cuando el agua era turbia y peligrosa, me tiré de cabeza y sin pensarlo. Nunca se sabe a ciencia cierta como va a ser el comportamiento humano y se puede intuir, pero nunca puedes apostar por esa intuición.

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JULIO CORTÁZAR