JOAQUÍN SABINA


 Igual que el sueño y la sed.

No estoy en contra, mi amor, de que tengas

un alma para la eternidad,

pero a mi cuerpo le aburren las fiestas

del más allá.

Hoy lo que quiero es hincarle algún diente

a un buen trozo de carne mortal

sin pensar en la noche siguiente

del funeral.

Igual que el hambre,

igual que el sueño y la sed,

son estas ganas de entrar

en tu piel.

No hay mejor cielo que tus caderas;

dámelas, no me gusta esperar,

a plazos no sé vivir,

desnúdate para mí,

por caridad.

Que no se escape la noche del sábado,

ningún Dios te la devolverá.

Ese tigre, mi amor, si lo suelto

te morderá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR