Y ahora, me pides calma,
y todo tiene que ir en calma
y el viento y el mar y la lluvia en calma
y ya sé, que la calma viene después de la tempestad
y que la calma, es solo eso..., ¡¡calma!!.
Ahora pienso que estoy hecho de calma,
mis ojos miran en calma,
mis dedos sienten en calma,
pero mi alma, no...
mi alma no conoce la calma
ni sabe lo que es la paz interior
y cuando le pido calma a mi alma,
ella me contesta:
la calma la tendrás en la otra vida
y porque en esta estás condenado
a ser alma y pasión.

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