Antes de decir que sí o que no,
se debe ser prudente y es aconsejable...
porque puede ser que cambies de idea,
porque puede que valores que por ahí es mejor que no o que sí,
o porque hay que salir por la tangente y cuanto antes
o porque te das cuenta que debes pedir un tiempo muerto o
un tiempo añadido,
claro que sin demasiada dilación,
no conviene aplazar en exceso,
y dejar que una decisión se enroque
y se convierta en círculo vicioso o en callejón sin salida,
no hay que dejar que el paso del tiempo
se convierta en nuestro peor aliado,
hay que actuar, hay que decidir,
hay que sobreponerse y nunca reincidir,
lo peor que nos puede pasar,
es volver hacer lo que nunca debiste hacer,
la reincidencia nos convierte en seres débiles y predecibles,
desde otros mundos nos observan
y saben que tú harás esto y no lo otro,
que tú dirás las mismas palabras que un día dijiste
y ante hechos parecidos o similares,
saben que tropezarás en la misma piedra de siempre,
amor se llama esa piedra
y no somos capaces de entender,
que esa misma piedra al final, se cubrirá de hiedra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario