Si hay un país que me hace estremecerme por mis adentros (aparte de mi país gallego), ese es mi Portugal, mi tesoro escondido. O pequeno e xeitoso Portugal, el que siempre le damos la espalda y le miramos con el desprecio del que se considera grande (como si ser pequeño, fuera un defecto). Por mi seguir haciéndolo queridos españolitos, así podré seguir disfrutándolo yo sólo y unos cuantos más (no muchos más). Ésta foto es de Nazaré, un pequeño pueblo pesquero y que ahora está más de moda por sus olas que al parecer llegan a alcanzar los 30 metros de altura (eso dicen los surfistas), pero desde el faro que está arriba de todo, es como se pueden apreciar mejor.
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