Un nuevo día, un nuevo día espléndido, brillante y alucinante, pero así y todo tengo que dejar impresa mi gran queja: sigue sin llover una puta gota de agua. Y hoy y a modo de consuelo, tampoco me llueve por dentro, hace tiempo que se me ha secado el pozo salado de mis lágrimas y por eso, lloro en seco o mismamente, no lloro. ¿Para que llorar si no tienes ganas de llorar?. Aunque hay algún día en que me entran ganas y con ellas me quedo, con las ganas. Es como cuando quieres reír y no puedes y eso que te mueres de ganas. No se puede reír o llorar en falso, aunque poder siempre se puede, pero lo que yo quiero decir, es que para mí no es nada satiafactorio el llorar o reír en falso. Lo falso me suena a hueco, a vacío, a oquedad y a pérdida de tiempo. En realidad la irsa y el llanto, tienen que salir de dentro y de forma espontánea y una carcajada falsa suena a caja de resonancia.
Pega un saludable solete que me enternece y me estremece. Días así y donde se conjuran el sol invernal, la temperatura tirando a fría pero sin pasarse del límite de la normalidad, el mar calmo después de un día de ayer, donde el viento estaba excitado y rebotado (la calma después de un temporal), las ganas que tengo de comerme el mundo después de salir de 24 horas de guardia y el estar con la ventana abierta y porque me está acariciando una hermosa brisa marina...pues todo esto suma y suma mucho y hace que días como el de hoy, sean casi divinos y son casi...porque no me gusta decir, estoy feliz plenamente, pues siempre me gusta dejar un margen de seguridad que me haga pensar que puedo ser más feliz todavía.
Decir, lo tengo todo, te ata de manos y pies. Te ata a pensar que como máximo hasta ahí has llegado y que no habrá más. Ser feliz está muy bien, pero ser plenamente feliz, no es lo mismo. Se trata de eso, de ser feliz sin ser completamente feliz. Y no te quejes de que nadie te quiere, pues siempre habrá alguien que te quiera y como mínimo, un poco. Siempre habrá alguien que se acuerde de tí gratamente y echándote de menos y añorándote un poco más. Y puede que en días como el de hoy, se tenga más facilidad para sentir que alguien te quiere. Yo, por lo menos la tengo hacia los demás y os quiero a todos o mejor dicho, os quiero a casi todos.
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