Lo que pasa y lo que realmente pasa, es que cada uno tiene su propio Talón de Aquiles o su punto débil. El mío es la ternura, pues siempre anduve buscándola y como un loco. Por la ternura yo he pasado hasta del sexo, cosa que después se convierte en arrepentimiento y porque el sexo es sexo y no tiene mucho que ver con la ternura o sea, puede o no puede, pero no tiene que ser. Además con el tiempo la falta de sexo con esa persona, se traduce en inseguridad de sentimientos o sea, en que deseaba sexo pero lo buscaba en cuerpo ajeno y al final, esa relación se acababa marchitando. Pero lo intenté, intenté tener ternura con o sin sexo o sexo con o sin ternura y en todas las posturas y hasta que comprendí, que sin ternura y sin sexo no se puede vivir.
Y que está antes, ¿el huevo o la gallina? y está ¿el sexo o la ternura? o puede, que a la vez estén o no, los dos. Pues como ya ha pasado mucho tiempo y ya sabemos que el paso del tiempo te aumenta la perspectiva de las cosas, yo concluyo que no hay una fórmula mágica y por tanto, que puede haber sexo por el placer del sexo, que puede haber sexo y ternura o ternura y después, sexo, pero que no puede haber solo ternura amorosa y porque con el tiempo esa ternura maravillosa, se transforma en afilados aguijones y más, si vas buscando sexo en cuerpos ajenos. Esto es fácil de suponer y porque no estamos hechos de frío acero.
Ahora sí, tengo que decir que mi punto más flojo sigue siendo el punto tierno, pues porque es mi debilidad y lo será siempre. Y no es que yo haya nacido necesitado, que también, sino que sobre todo, la vida me educó en esa necesidad y que sí, que así visto puede sonar a pusilánime, pero a éstas alturas de la vida, ya no puedo ni debo cambiar mi filosofía de vida y en tal caso, lo que debo hacer, es aceptarme en como soy y en esa aceptación, está el reconocer que mi principal fisura, es la ternura y punto y pelota.
Y que está antes, ¿el huevo o la gallina? y está ¿el sexo o la ternura? o puede, que a la vez estén o no, los dos. Pues como ya ha pasado mucho tiempo y ya sabemos que el paso del tiempo te aumenta la perspectiva de las cosas, yo concluyo que no hay una fórmula mágica y por tanto, que puede haber sexo por el placer del sexo, que puede haber sexo y ternura o ternura y después, sexo, pero que no puede haber solo ternura amorosa y porque con el tiempo esa ternura maravillosa, se transforma en afilados aguijones y más, si vas buscando sexo en cuerpos ajenos. Esto es fácil de suponer y porque no estamos hechos de frío acero.
Ahora sí, tengo que decir que mi punto más flojo sigue siendo el punto tierno, pues porque es mi debilidad y lo será siempre. Y no es que yo haya nacido necesitado, que también, sino que sobre todo, la vida me educó en esa necesidad y que sí, que así visto puede sonar a pusilánime, pero a éstas alturas de la vida, ya no puedo ni debo cambiar mi filosofía de vida y en tal caso, lo que debo hacer, es aceptarme en como soy y en esa aceptación, está el reconocer que mi principal fisura, es la ternura y punto y pelota.
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