TOLERANCIA CERO

Bueno, pues son las 9,30 de una mañana preciosa y yo recién salidito de guardia. Y según el calendario oficial es Martes y día 20 de Mayo, y según el mío, que ya sabéis que es un calendario lunar, hoy es un día del mes de Mayo y donde la Luna es decreciente. Pues dos pacientes de noche y ya se jodió la noche, aunque todo hay que decirlo, la puta siesta que me eché ayer, también puso de su parte, total que me dormí a las 4  y a las 7 en pie. Si para las guardias  tengo  que ir con sueño y con mucho sueño, pues ya de por sí  me cuesta dormir y dos pacientes y de unos minutos cada uno y eso significa que fueron dos tonterías, no me pueden joder la dormida.

Costa Norte de Menorca (tierra rojiza).
 En el Sur, la arena es blanca y fina.

Pues nada, lo hecho, hecho está y centrémonos en lo que tengo por delante. Como decía está un día precioso, nítido, claro y de sol espléndido. Los pajaritos debieron escucharme ayer, pues ya no tengo ninguno cerca de mi ventana y todos están a la distancia suficiente como para tenerlos de telón de fondo. Y así debe de ser un bonito día, luz  clara que hace daño, mar el calma y como un plato, pajaritos piando pero lejos de casa y de vez en cuando el ruido de un motor de un coche y para tocarme mis santas pelotas.

Y ya está y para que quiero más. Si por mi es suficiente con lo que tengo o mejor dicho con lo que dios me ha dado. Porque por mi viviría en un palacete y en medio de una Isla desierta, pero eso sí sin ninguna serpiente, ni ningún otro ser rastrero. No soporto a los que arrastran por el suelo y tampoco y esto ya es paranoia maníaca, a los seres lascivos que se contornean para poder avanzar. Y entonces esto no va solo por las serpientes, también va por muchos humanos y que son peores que las cobras de dos cabezas o sea que son humanos que muerden y después se esconden y que nunca y nunca dan la cara. Y estos y por desgracia, son demasiado abundantes en nuestra existencia. Y con ellos, ¡tolerancia cero!.